En mi cochina envidia de venezolana nostálgica de lo que debimos ser desde hace mucho (I)

No me acerqué el mismo jueves porque llegué a las 20 horas, pero al día siguiente me levanté temprano y me dirigí a Migraciones, ubicada en Breña, cerca del cercado de Lima.

Para sacar la Cédula de Identidad de Extranjeros

Llegué a la taquilla 14, famosa en toda la comunidad de inmigrantes en Perú, donde el señor que atiende te hace sentir como en casa por las cotidianas expresiones caribeñas de "mi amor, mi vida, mi corazón".

Escuchar eso en boca de un peruano me pareció sumamente extraño, por lo que evidencia que el contacto con abundantes venezolanos y colombianos lo está afectando, jejej

La indicación recibida fue bajar al primer piso a pagar un pequeño monto -que no recuerdo- en soles, para poder aperturar mi expediente.

Cabe destacar que cada oficina pública en este país posee dentro de sus instalaciones un Banco de la Nación, institución donde deben hacerse los depósitos requeridos para trámites gubernamentales. Eso significa que no debes salir del recinto a patear calle para buscar un banco autorizado para tales trámites, que en nuestro caso venezolano son el Banco del Tesoro, Banfoandes -que muy pocas personas, por no decir nadie, sabe dónde queda alguno-, y el Banco Industrial de Venezuela -sin comentarios-, para luego emprender la titánica misión de enfrentar las eternas colas de taquilla, siempre y cuando no se haya ido "la línea" o la luz.

Con el depósito bancario me dirigí nuevamente a la taquilla 14 con el título de "Carnet de Extranjería", y luego de recibir nuevamente un dulce "mi amor", me indicaron que debía dirigirme a Interpol.

El lunes en la mañana, después de rodar muuucho por esta inmensa ciudad llegué a Interpol. No había casi nadie cuando me atendieron, a excepción de un español un poco fastidioso -pero ese es otro tema-. Me dieron una planilla para que la llenara, y una ficha con el número 8 para esperar que me atendieran.

En cuanto me llamaron, documentaron mis datos personales sobre una PC y me hicieron tomar asiento en una cabina fotográfica.

Posteriormente me tomaron las huellas de mis 10 dedos -gracias a Dios tengo diez y no doce como algunas personas- y luego me hicieron pasar con ¡el odontólogo! para realizar lo que se llama odontometría. En ese momento me sentí candidata para aparecer en las bases de datos de CSI.

Pregunté a un peruano si eso sólo se lo hacían a los extranjeros pero me dijo que a todo ciudadano peruano también se lo hacen para tener un registro total de cada individuo.

La joven que me recibió al entrar a Interpol me dijo que podría acercarme nuevamente a Migraciones el día lunes para pasar al siguiente trámite.

El día martes en la mañana con mi número de expediente me acerqué a la frecuentada "taquilla cariñosa". Ya mi expediente estaba en Migraciones desde el día jueves, con el contrato de trabajo y otros documentos enviados desde Venezuela meses antes (véase la sistematización de los procesos... para aprender), lo que quiere decir que tomó solamente tres días en ordenar la data, verificar si tenía antecedentes penales, construir el expediente de Interpol y enviarlo a Migraciones. (Aprendamos, amigos de la gestión pública)

Inmediatamente me mandaron a la Sala de Espera, donde me llamaron inicialmente para pedirme mi Tarjeta Migratoria -el papelito que te devuelven cuando te sellan el pasaporte al ingresar-. Nuevamente me mandaron a sentar. En menos de diez minutos me hicieron pasar para otra vez meterme en una cabina fotográfica como en Interpol, tomarme mis diez huellas -que por gracia de Dios y de la ausencia de consumo de alcohol y drogas de mis padres, me generaron con diez dedos-, y otra vez a la Sala de Espera.

No habían pasado diez minutos y me llamaron como en las ocasiones anteriores, pero esta vez para entregarme mi "Carnet de Extranjería", es decir, mi ¡cédula de identidad de extranjera... de una vez!

Con mi nuevo documento me acerqué a la taquilla del Banco de la Nación del primer piso y pagué USD 15 por el costo del plástico del carnet, y USD 20 por la anualidad del derecho de estar en este país.

Es importante hacer notar que primero te dan el carnet y luego lo pagas... al menos en esto los extranjeros no pueden hacerse los "vivitos", y ni se los recomiendo intentarlo, jejeje

Salí de Migraciones con todos los derechos y deberes que te permite y exige el estado para ejercer la ciudadanía, con una tramitación de tres días y en un período de ocho días de estadía en el país.

Mi próximo paso para estar en regla sería la Licencia de Conducir.


Examen médico indispensable para postular a la Licencia de Conducir

El miércoles en la mañana me acerqué al Touring y Automóvil Club del Perú que queda en Lince, la institución responsable de realizar las evaluaciones necesarias para postular a la Licencia de Conducir o brevete, como lo llaman aquí.

Antetodo es necesario sacarse el Certificado Médico de Evaluación Psicosomática exigido para presentar los exámenes teórico y práctico de conducción de vehículos.

Mientras me dirigía a uno de los centros autorizados para tal fin pensé que la cosa era tan sencilla y superficial como lo que realizamos en Venezuela, pero les cuento que aquí, el examen médico lleva de hora a hora y media, y cuenta con varias fases.

Inicialmente en cuanto llegas debes llenar una planilla, dejar dos fotos tipo carnet y sentarte en una Sala de Espera donde podrás ver "Avatar" -eso fue lo peor de todo-.

En cuanto llegaron otras tres personas, nos hicieron pasar a un aula con pupitres.
Nos dieron treinta minutos para realizar el examen psicológico que contenía varios ejercicios lógicos, aritméticos, lingüísticos, de cultura general, y motrices.

Nos hicieron pasar a la Sala de Espera, donde me llamaría la encargada de identificar mi grupo sanguíneo. Aunque hubiese preferido que me sacaran dos litros de sangre del brazo, sólo me perforaron un dedo -ese es el peor dolor- para extraerme tres gotitas de sangre. Delante de mí, la doctora se encargó de hacer las pruebas y explicarme cómo identificaban el grupo sanguíneo, confirmándome lo que yo ya sabía y llavaba indicado en un carnet de Donante de Sangre: que soy B+.

Luego, nuevamente a la Sala de Espera donde me llamaron para pasar con el médico oftalmólogo y otorrino. Allí debía leer las letras de las filas 6 y 7 pero no sobre un cartel pegado a la pared como en Venezuela, sino en un visor donde también debía identificar objetos geométricos, luego indicar algunas figuras que estabn resaltadas, y por último indicar de qué lado veía aparecer luces que el doctor generaba apretando unos botones del tablero controlador del aparato.
Al final, me pidió que identificara de donde provenían suaves sonidos a través de unos audífonos.

Al salir de esas pruebas, me hicieron pasar a la Sala de Espera ya indicada, para ser llamada ahora por el médico clínico y toxicológico quien me me tomó la tensión, me hizo levantar unas pesitas, y marchar de manera estacionaria con los ojos cerrados y los brazos estirados hacia el frente.

Habiendo cumplido con todas las pruebas exigidas para postular al examen teórico-práctico de manejo, me entregaron una hoja con todas las firmas y evaluaciones correspondientes, cuya copia el centro médico donde me hice la evaluación deberá consignar al Touring y Automóvil Club del Perú en los siguientes dos días a la realización de esta evaluación.

A la fecha que hago esta crónica, aún debo esperar un día más para ir a Conchán, al sur de Lima y realizar allí los exámenes teórico y práctico y así poder conseguir mi Licencia de Conducir. La crónica de esos dos eventos serán referidos en una próxima edición.

Programa Infantil vs. Propaganda Política

Siempre se ha dicho que las comparaciones son malas. Yo discrepo de esa afirmación. Creo que sólo son dolorosas, pues, si no es comparando con otras realidades ¿cómo podemos saber cuánto se pude avanzar o cuánto hemos avanzado frente al objeto comparado?

En estos días me topé con una producción de TV Perú llamada "Los Pimpollos". Esta serie de TV, dirigida a niños muy pequeños me recordó a "Sopotocientos", aquel inolvidable programa infantil de avanzada que transmitía VTV. pero también me recordó una nueva producción venezolana que se transmite por VTV, con excelentes recursos técnicos y creativos, bien utilizados y con un logro de puesta en escena espectacular, pero con un handicap: posee una fuerte línea política*, elemento que distorsiona todo el contenido de cada capítulo y que echa por tierra todo el alcance visual estético que el producto ofrece.

"Samuel y las Cosas" podría haber sido una inigualable producción para exportación, si no se encajonara en la realidad malipulada políticamente por el gobierno, generando en sí mismo una programada situación de conflicto social expresada en un discuso típico de la lucha de clases, pero considerando que las estrategias reconocidas por el estamento político está abanderada por esa misma doctrina -lucha de clases- es evidente que el programa cumple al ciento por ciento las espectativas gubernamentales como plan de diseño para la programación infantil.

Particularmente sí manifiesto públicamente una crítica a "Samuel y las Cosas" más allá del bochornoso uso que se hace del programa para la propaganda política, y es la utilización excesiva de los recursos lingüisticos propios del "barrio", que, no por despreciar las modalidades de las bases, no puede ni debe ser promovido como única forma de lenguaje "chévere", por dos razones:

1. Condena al programa a restringirse a la transmisión local, perdiendo universalidad y acceso a otras culturas;

2. En un mundo globalizado, donde la cultura, la información y el uso del buen castellano se ha democratizado a través de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC's), no resulta válido restringir la posibilidad de adquirir hábitos de comunicación reconocidos internacionalmente a los menos favorecidos en los ámbitos social y cultural. Eduquemos a nuestros niños a hablar bien, a ser comprendidos en otras sociedades de lengua castellana. Facilitemos en intercambio lingüistico a través del uso del castelleno universal, y no limitemos las posibilidades de comunicación y por lo tanto de desarrollo a nuestros pueblos, promoviendo el uso de jergas en extremo segmentadas, que no representan en absoluto la cultura nacional o local. Recordemos que el manejo de jergas en sociedades con complejas situaciones de desigualdad generan por sí mismas la exclusión social.

En cuanto al uso del lenguaje, suscribo una situación similar con respecto al tipo de música y letras utilizadas en el programa. La música urbana, nacida del conflicto social de las clases menos favorecidas no es precisamente el ideal para centrar la formación de nuestros niños. Recordemos que de la música para niños se pretende exaltar el aspecto estético con el contenido ético -en este caso cargado profundamente de la cosa política- que genere en el niño la traquilidad, asimilación de los contenidos, y adquisición del buen gusto, que le permita igualmente extender el atractivo a otros ámbitos culturales.

Para evitar que mis palabras sean la única sensura y juicio, ya sea de "Los Pimpollos" y de "Samuel y las Cosas", les dejo el vínculo a un capítulo de ambos. Es importante destacar que el programa de TV Perú es para niños bastante menores que a los que está dirigido el programa de VTV, pero fundamentalmente ambas producciones están dirigidas a los niños, por lo cual, deben compartir mismos lineamientos pedagógicos.

Estos lineamientos no lo decide la suscrita. Están contemplados en las estrategias que la UNESCO sugiere para el tratamiento que toda producción infanti y juvenil debe contar para recibir la validación de expertos en educación y psicología a nivel mundial.

Finalmente los invito a no caer en el trágico discurso que implica apelar a la justificación irracional del "esos son ellos, nosotros somos distintos", pues esto conlleva solamente a la negación de la posibilidad de ser mejorar, y por lo tanto, a la muerte de la esperanza de alcanzar una vida más plena y felíz.

Los Pimpollos - "El Agua"


Samuel y las Cosas - "Los Silos"


* Ud. puede verificar el discurso de lucha de clases particularmente a partir de los minutos 4:00 y 7:30 de este capítulo.