Pretensiones inconvenientes

Cuando lo supe me indigné, luego me aterré.

Decidí no escribir en ese momento estas líneas para decantar las ideas y percepciones que la propuesta que María Corina Machado hacía a la comunidad para ser candidata a la Asamblea Nacional por el circuito de chacao me generaba.

Ahora, pasados tres días retomo el tema habiendo asentado mis apreciaciones, que por cierto he comunicado durante meses a algunos amigos con quien comparto con frecuencia pareceres políticos.

Lamentablemente para la soñadora esperanza opositora, reflejado en la afirmación de Colette Capriles en su Diario: "La gente ha olvidado cómo se piensa políticamente. Con la inmediatez de sus pasiones percibe y al enemigo. Cree cualquier cuento. Olvida demasiado", seguramente algunas personas se sentirán ofendidas por la férrea crítica que expongo en estas líneas por tres afirmaciones que Machado hace algunos años expresó, y que desde mi punto de vista una de sus locuaces y no documentadas ideas es el origen a algunas graves consecuencias sufridas por la oposición en cada evento electoral.


Las tres aseveraciones, expresadas por Machado en un programa de opinión presentado por televisión fueron, palabras más palabras menos:


  1. El CNE debe entregarnos una de las máquinas electorales pues allí está a trampa.
  2. Necesitamos traer estadísticos para verificar los números de las actas de votación.
  3. Con las captahuellas el gobierno sabe por quién vota cada ciudadano.

Estas tres barbaridades fueron lanzadas sin asesoramiento especializado de ningún tipo, pues alguien que tenga un nivel de estudio adecuado y un entrenado ejercicio de la razón puede comprender la fasedad de estas opiniones, que desde el inicio se observan falsas.

Pero la tercera premisa expresada por Machado ha sido la que más daño ha hecho a los intereses democráticos de la oposición, pues afecta a las personas que desean un cambio de gobierno y se dicen ser opositores en su tiempo libre pero que que se mantienen en el anonimato político laborando en organismos gubernamentales y que temen perder sus puestos de trabajo si sus superiores se enteran de su posición política. [Ciertamente esta situación de "presión laboral" es expresión de un serio problema ético del venezolano que aquí no voy a tocar].

Algunos podrán decir que es falsa esa afirmación que Machado realizaó en cuanto a las captahuellas, pero no pocos de mis conocidos desafectos al gobierno que trabajan para entidades estadales me han preguntado si votar o no por causa de las captahuellas. Puedo asegurar que gran cantidad de ellos votaron en contra de su criterio para evitarse problemas. Problemas que no existen pero que ha quedado en el temeroso criterio mercenario de tantos venezolanos. Tan es cierto que en la última campaña electoral algunos voceros de la oposición hicieron incapié en afirmar que es imposible que las captahuellas, por su sistema aleatorio, identifique secuencialmente la intención de cada votante.

Pero ya el daño está hecho en este sentido... y lamentablemente segurá haciendo mella en las arcas electorales. Gracias Sra. Machado.

El nuevo problema que se presenta es... ¿cómo confiar en una persona que logra afirmar cosas sin fundamentos técnicos ni racionales, que además autónomamente se lanza como candidata a la Asamblea Nacional sin la previa participación en los esfuerzos de unidad de la oposición, y para completar en el mismo acto de lanzamiento manifiesta una fuerte expresión afectiva fuera de cualquier control intelectual, manteniendo la vieja modalidad política que genera populismo e irracionalidad?

Concluyo mi opinión, que no es más que mi liberación de responsabilidad por si las ofertas sentimentaloides llegan a permear en la intencionalidad de voto, para no ser cómplice del vacío que se puede entrever ante la posibilidad de seguir el ya fenecido modelo de política venezolano, con una afirmación de Capriles que llama la atención diciendo que:

"Todo el mundo en este país es de izquierda, es autoritario y es populista. Todo al mismo tiempo y sin saberlo".