Qué rollo con el patio trasero

Cuántas veces no habremos escuchado hablar a la basofia política sobre la pretención gringa de tener patio trasero a costa de la libertad, la soberanía, la blabla y más blabla que suelen repetir los a-escrotudos de izquierda.

A raíz de las consecuencias del terremoto en Haití -que desde mi punto de vista es la última oportunidad que tiene esa nación de hacer algo con ella misma- pensaba:

¿Qué complejo tan bravo tienen los izquierdistas, que deteriora de esa manera el concepto de patio trasero?

¡Ojalá yo tuviese acceso a algún patio trasero!

A ver... díganme ¿que recuerdos tienen Uds. del patio trasero de la casa donde crecieron? ¿O de la casa de la abuela? ¿O de la tía que vivía en Cabimas y que iban a visitar una vez al año?

Aquellos que tuvimos la oportunidad de alguna vez pisar un patio trasero podremos recordar cuando jugabamos con los primos que quizás veíamos con muy escasa frecuencia, o que hasta probablemente vimos una sola vez disfrutando la única oprotunidad que tuvimos de compartir en ese fantástico patio trasero, que seguramente lo veíamos gigantesco y que ahora se muestra como un no tan grande rincón de unos escasos metros cuadrados.

Cuando hay una gran fiesta, una boda, la reunión de la familia el 31 de diciembre, el encuentro donde asisten los tíos y primos que viven en el interior y en el extranjero y vienen a reunirse una vez cada diez años... ¿dónde terminamos haciendo la rumba? En el patio trasero.

¿Dónde te escondías cuando te buscaban y no querías que te encontraran? En el patio trasero.

¿Dónde podías jugar sin rollos de ensuciar adentro? En el patio trasero.

¿Dónde te revolcabas con las mascotas, jugabas con barro, te montabas en los árboles? En el patio trasero.

Entonces... ¿cuál es el rollo del patio trasero?

Siempre se ha dicho de un niño que crece en un apartamento: ¡Ay, ese pobre niño encerradito que no puede salir a jugar! ¿Cuál sería el ideal de esa señora que expresa ese dolor por el niño de apartamento? ¡Que ese niño viviera en una casa con patio trasero!

Los a-escrotados, que necesitan siempre echarle la culpa a los demás -precisamente por eso son a-escrotados- podrían afirmar su discurso con: "el patio trasero es la última parte que se ve a una casa", o "a nadie le interesa el patio trasero", o peor aún "el patio trasero está del lado del servicio".

Entonces me pregunto yo: ¿Quiénes son entonces los clasistas?
¿Acaso los a-escrotados necesitan ser la "sala" de la casa? Pues les cuento que lo sabroso de las casas está en la cocina, y generalmente la cocina tiene una puertita a... ¡el patio trasero!

Entonces señores sin escrotos, os recomiendo que se queden esperando el pate-foie en la sala, mientras nosotros nos comemos nuestra parrillita con huasacaca en... ¡el patio trasero!