Con tan sólo pocos años de vida, los niños en Venezuela y en el mundo inician su contacto con el espacio geográfico a través de los llamados Puntos Cardinales, que no son otros que los conocidos Norte, Sur, Este y Oeste.Así, un jovencito con un promedio de inteligencia aceptable, sin mucho esfuerzo puede identificar la ubicación geográfica de algunos accidentes geográficos de su localidad.
Este es el caso del niño caraqueño que sabe que El Ávila se encuentra al norte de la ciudad de caracas –aun cuando esta montaña no se encuentre exactamente al norte, es indiscutible tu validez referencial-.
Hoy, de regreso de un viaje a Lara, mientras me trasladaba en un vagón del Metro, observando uno de los afiches de señalización de las líneas de dicho Metro, quedé aterrada con nuestra soberana ignorancia que llega hasta los instrumentos de información documental y pública de los organismos gubernamentales, como lo son los avisos del Metro. Si un niño caraqueño puede ubicar a El Ávila sin dificultad, mayor claridad deberían tener los adultos caraqueños, empleados, profesionales, documentados y capaces, dígase el diseñador del cartel aludido, su jefe de Arte, su coordinador, el gerente de la dependencia, y hasta del Presidente de la Institución Metro de Caracas.
Para evidenciar la barbaridad soberana, es necesario presentar el gráfico.
Todos sabemos (¿no?) que toda Carta o Mapa para mostrar espacios se presenta siempre con el Norte en la parte superior del papel. Además, generalmente se indica con la letra N para salir de dudas, si las hubiese.
Podemos apreciar el gráfico y encontraremos que ahora, con la nueva administración del Metro de Caracas, ahora Palo Verde queda en el Oeste, y Propatria en el Este.
¿Qué nos parece? A mi, una soberana brutalidad.
Pero, seguramente la culpa de dicha burrada será de la maestra de Primaria que no le hizo entender a los muchachos citados anteriormente dónde queda el Norte en nuestra ignorada ciudad.
