Cachicamos, Morrocoyes y Fantasmas

Doce del mediodía en la Av. Francisco de Miranda, esquina Av. Principal de la Castellana, exactamente en la esquina de la bomba de gasolina, esperando el cambio de luz del semáforo para atravezar la calle en dirección al oeste.

Un señor en camisa de mangas largas de color rosado, me alcanza e igualmente espera el cambio de luz. En cuanto esto acontece comenzamos a cruzar la vía, hasta lograr sobrepasar la isla que separa ambos canales de la calle.

En ese instante se detiene una moto sobre nuestro paso de peatón. No solamente se observa al conductor de la moto, con su correspondiente casco colocado en la cabeza y no en el codo, como generalmente se ve por ahí. Bien por él. Detrás de él se ve a una mujer sentada en la parrilla, sin casco, como lamentablemente es común... pero entre ambos aparece una niña, sentadita, apachurrada, de no más de 6 años, por supuesto igualmente sin casco.

Aún estamos pasando la isla cuando un vehículo, sobredetiene la marcha, también sobre nuestro paso de peatón sin respetar el derecho del de "a pie", pero el conductor, además, mirando hacia su izquierda, es decir, observando los vehículos que pasan por su frente disfrutando el paso autorizado por el semáforo, con la muy común y clara intención de "agarrar una colita" para comerse "un poquito" la luz y meterse hacia la derecha, pues como "no va de frente, no molesto a nadie girando aquí mismito". Con la mala suerte que tratando de girar a la derecha, choca con la moto, igualmente irregular en la forma de conducirse en la vía pública. De inmediato emergió la violencia del motorizado, las justificaciones del conductor del vehículo, y las idioteces de la acompañante de éste último.

Habiendo ya llegado a la acera de destino el señor de camisa rosada, casi víctima como yo de un problable accidente y yo nos vimos sin poder justificar a ninguno de los dos protagonistas del hecho.

Inmediatamente, cuando suceden cosas similares, con tanta o más irregularidad como éstas, estando en Chacao lo primero que se hace, casi instintivamente es buscar un poli-chacao.
Así lo hice. Busqué con la mirada. No encontré nada por los alrededores de esa esquina. No me dí por vencida y caminé hacia el oeste buscando aun un poli-chacao. Llegué a la estación del metro de Chacao y aún buscaba infructuosamente.

Tan sólo a unas cuantas cuadras me encontré con un bojote de poli-chacaos, cerrando un tramo de la Av. Francisco de Miranda con dirección oeste-este, cuidando una pobre manifestación que cargaba el típico ataud para reclamar derechos negados.

Y precisamente frente a ese conglomerado relativamente inútil de policías, me topé con una visión que jamás pensé se podría ver en Chacao, pero que lamentablemente desde los últimos tiempos del perídoo gobernado por Leopoldo López, se veía venir. Ahí les dejo las imágenes como testimonio de la realidad.



Escombros en la Av. Francisco de Miranda, frente al Banco Mercantil.







Asiento público destrozado, y cajas para dormir, en la Av. Francisco de Miranda, frente al banco Mercantil.




¡Dios proteja a Chacao de este nuevo alcalde!

Toda esta situación sólo hace que nostálgicamente diga: "Por qué te fuiste Irene Sáez".